Cuando pensamos en comprar una vivienda de obra nueva y nos interesamos por las promociones a la venta, parece evidente que la ubicación, el precio, la distribución y el aspecto exterior e interior del inmueble son los factores que determinan nuestra decisión.
Las infografías que nos presentan sobre cómo podría ser nuestro hogar terminan de seducirnos: el diseño de la cocina, los acabados de los cuartos de baño o la decoración del salón nos trasladan al futuro y nos hacen sentir que ya estamos disfrutando de nuestra casa.
Y no es para menos, teniendo en cuenta la importancia que hoy damos a la imagen. De hecho, en Abaigar nos esmeramos por presentar nuestros proyectos como fiel reflejo de lo que serán en realidad, una vez que se entreguen las viviendas. Somos los primeros convencidos del valor de un interiorismo cuidado y de la tranquilidad que da a los clientes la belleza de una casa pensada hasta el último detalle.
Los valores menos visibles de una vivienda nueva
Sin embargo, hay más apartados que poseen la misma o mayor relevancia, sobre todo en el largo plazo, una vez que pasa el tiempo y se hacen visibles otras cuestiones, como la calidad de la construcción, el confort interior, el consumo energético o, en general, el compromiso con la sostenibilidad.
La persona que hoy día adquiere una vivienda de obra nueva también las valora mucho. Es un bien que vamos a utilizar por muchos años y en el que vamos a ver crecer en nuestro proyecto de vida. Por eso, esperamos que no deje de ser confortable, que no consuma demasiada energía, que «envejezca» adecuadamente y que no sea una carga medioambiental para generaciones futuras.
Este cambio de paradigma en la visión de los ciudadanos nos ha hecho reflexionar mucho sobre qué propuesta de valor debemos hacer a nuestros clientes, más allá de los elementos que hemos mencionado al principio.
Hemos llegado a la conclusión de que tenemos que avanzar en la propuesta de viviendas sostenibles, eficientes y muy confortables, entendiendo el confort como salud y bienestar emocional. Por tanto, no solo se trata de atender las demandas de respeto al medio ambiente, sino también de dar prioridad a la calidad de vida de los residentes.
Esta filosofía, que se ha incluido progresivamente en nuestros proyectos desde hace años, ha comenzado a tener más protagonismo en las últimas promociones que estamos comercializando. Queremos compartir aquí algunas de las bases sobre las que trabajamos actualmente.
Diseño arquitectónico centrado en la sostenibilidad
El diseño arquitectónico de las viviendas de Abaigar, para el que hemos incorporado herramientas avanzadas como el BIM (Building Information Modelling), pretende reducir el impacto ambiental de los materiales constructivos al tiempo que prioriza el confort.
Como resultado, se utilizan recursos como las fachadas de hormigón prefabricado, cubiertas, suelos y tabiquerías interiores con elevados aislamientos térmicos y acústicos, y carpinterías exteriores con doble acristalamiento, rotura de puente térmico y relleno de gas argón.
La características de la carpintería exterior nos permiten optar por el diseño de grandes ventanales, que reciben mucha más luz natural y disminuyen la necesidad de iluminación artificial durante el día. Así también se reduce el consumo energético y mejora el bienestar de los residentes.
Sistemas de generación de energía renovables y de alta eficiencia
La producción de energía y sus emisiones es uno de los apartados con los que más impacta un edificio en el medio ambiente. Por ello, estamos haciendo una transición completa hacia las fuentes de energía renovables, cuyo efecto en la atmósfera es muy inferior al de los sistemas tradicionales.
Además, la normativa europea establece que el parque de inmuebles residenciales ha de ser de cero emisiones en 2050.
Por eso, en proyectos como Más Txantrea, Nobu Arrosadía o Soul Lezkairu hemos elegido sistemas de energía renovable como la aerotermia, los paneles fotovoltaicos o los paneles solares térmicos para cubrir las necesidades de electricidad, calefacción y agua caliente sanitaria.
Instalaciones al servicio del confort de las personas
El uso de fuentes renovables, que prácticamente cubren el 100% de las necesidades de energía, se acompañan de instalaciones orientadas a crear un ambiente saludable y confortable en la vivienda. Es el caso del suelo radiante, que distribuye el calor (o el modo refrescamiento en verano) de manera más uniforme y con un consumo más eficiente, o del sistema de ventilación de doble flujo con recuperador de calor.
Este equipamiento cumple varias funciones: por una parte, ayuda a mantener una temperatura estable en cualquier estación del año, por lo no es necesario hacer un uso intensivo de la calefacción o la climatización. Y, por otra, filtra el aire del exterior para eliminar el polvo, el polen o las partículas contaminantes. Con ello, las personas respiran un aire más sano y agradable.
Tecnología para un uso más eficaz
Asimismo, la tecnología ayuda a hacer un uso más eficaz de todas estas instalaciones. La domótica, que también se ha convertido en un componente habitual de la casa Abaigar, apoya en el control de los consumos, la programación del confort de las estancias (la zona de día, por una parte, y cada uno de los dormitorios individualmente), la vigilancia del estado de los equipos y el manejo de otros servicios, como la iluminación o la apertura de persianas.
En el futuro, los residentes podrán añadir nuevas funcionalidades al sistema domótico colocado en su vivienda, que se puede gestionar fácilmente desde una app en el teléfono móvil.
Una consecuencia clara de este nuevo paradigma de diseño y construcción de viviendas es que estamos alcanzando niveles de calificación energética doble A, con parámetros mucho más avanzados de lo que marca el Código Técnico de Edificación y la normativa europea. Con ello, confiamos en que la vida útil de los edificios se alargue lo máximo posible y que los ciclos de mantenimiento se reduzcan.
En la visita comercial para conocer los nuevos proyectos te explicaremos estas cuestiones con todo detalle. Creemos que vale la pena conocer bien estos aspectos antes de decidirse por una u otra promoción porque, a la larga, implican un gran beneficio económico y personal.