Atrás quedaron, por fin, esas viviendas de pasillos largos y oscuros, divididas en multitud de habitaciones, donde se fomentaba la separación y la privacidad. Hoy día se intentan minimizar los metros dedicados a áreas de paso en favor de espacios más amplios y luminosos, sobre todo en la zona de día .
Más allá de este planteamiento básico, tiene mayor relevancia el denominado open concept, una filosofía por la que se tiende a derribar en una vivienda todos los tabiques salvo los que la intimidad exija, con el fin de crear lugares generosos y flexibles, consagrados a la vida en común.
Lo más habitual es que el concepto abierto se aplique al conjunto salón-comedor-cocina y, además, se procura que esté conectado a una gran terraza. Este planteamiento parece obvio en el caso de viviendas de uno o dos dormitorios, para aprovechar al máximo los metros, pero también comienza a ser común en pisos de más superficie, en los que conviven las piezas privadas, los dormitorios y cuartos de baño, con una estancia para todos que sirve para trabajar, descansar, reunirse, cocinar o realizar cualquier actividad que fomente la vida compartida.
Ventajas e inconvenientes del open concept
Las ventajas de un espacio abierto son claras. La vivienda se beneficia más de la luz, disfrutamos de una mayor sensación de amplitud y se logra mucha flexibilidad. Se supone que una estancia sin barreras fomenta la comunicación, permite realizar tareas, por ejemplo, mientras vigilamos a nuestros hijos pequeños y, en general, provoca un estado de serenidad y bienestar, sin ese ambiente opresivo de los lugares oscuros y herméticos.
Al mismo tiempo, tiene sus inconvenientes. Los detractores más significados dicen que los olores de la cocina se transmiten rápidamente a toda la casa. Sin embargo, con los sistemas de extracción de humos y olores, y los dispositivos de ventilación eficiente, es un riesgo que se puede reducir, aunque puntualmente surja el problema. Tampoco pasa nada, son sabores del hogar.
Por otra parte, es cierto que para no arruinar la impresión, hay que tener los espacios ordenados. Así como en una habitación cerrada resulta fácil esconder la falta de orden, en un concepto abierto no hay escapatoria. También es un buen acicate para mantener la armonía espacial.
Asimismo, hay que tener en cuenta que queda menos espacio para la privacidad. Cualquier actividad en el lugar abierto llega fácilmente a toda la casa pero, como todo, es cuestión de establecer normas y organizarse, al menos cuando conviven varias personas. Porque para vivir solo o en pareja, el open concept no tiene más que ventajas.
La distribución del mobiliario es clave en el open concept
Asimismo, parece importante una correcta distribución de la estancia, que se logra con el mobiliario. Más allá de la cocina, cuya ubicación viene marcada por las obras, conviene seguir la regla de los tercios. El comedor debería ocupar un tercio de la superficie y la zona de estar, dos tercios. Se aconseja que haya distancias mínimas de 80 centímetros entre los elementos, y que se prevean las áreas de paso.
El mobiliario marca los límites pero, además, se pueden establecer barreras más permanentes como cristaleras o medios tabiques. Como consejo importante, no debemos saturar el espacio con mucho mobiliario o complementos, y ha de existir cierta homogeneidad en el diseño y tono de las piezas para que no rompan la impresión de amplitud. No obstante, caben también propuestas de interiorismo más audaces.
Otro de los aspectos que hemos de cuidar, porque realza los beneficios del open concept, es la iluminación. Durante el día, si la casa cuenta con grandes ventanales, lo esperable en las viviendas nuevas, la luz natural hará su papel integrador. Por la noche, se recomienza combinar puntos generales de luz cálida con puntos de luz más bajos en áreas concretas, como encima de la mesa del comedor, sobre las encimeras de la cocina o en cualquier otra ubicación donde necesitemos una iluminación más personal.
En las promociones de Abaigar con viviendas a la venta puedes encontrar varios ejemplos de open concept en para el salón-comedor-cocina, tanto para los pisos de uno dos dormitorios, como para los que disponen de más habitaciones.
También puedes ver buenos ejemplos en los conjuntos de unifamiliares actualmente en construcción, donde las grandes superficies en la zona común permiten experimentar con el concepto abierto para lograr propuestas maravillosas, amplias, versátiles y confortables.
En cualquier caso, en la fase de personalización de tu futura vivienda, siempre podemos acomodar el diseño de la zona de día a tus necesidades, en la medida en que no afecte a cuestiones generales de la construcción. Nuestro equipo de interioristas te asesorará llegado el momento.