La biofilia no es un término nuevo, pero es ahora cuando empieza a hablarse más de él y cada vez son más las personas que quieren ponerla en práctica.
El término biofilia fue acuñado por el biólogo Edward O. Wilson, de la Universidad de Harvard, quién lo definió como “amar a la vida, la pasión por todo lo viviente” creando una hipótesis que postula que el contacto con la naturaleza es esencial para el desarrollo psicológico humano. Según Wilson, la conexión del hombre con la naturaleza repercute en áreas como la inteligencia, las emociones, la creatividad y la expresión verbal.
La experiencia de permanecer confinados, ha provocado que sintamos la necesidad de estar en contacto con la naturaleza, los espacios verdes y abiertos y que exista una mayor preocupación por nuestra salud y calidad de vida, buscando una sensación de “estar y sentirse sano”. Por ello se ha reforzado la necesidad de adaptar los hogares para configurar estancias de calidad en las que trabajar, estudiar, hacer ejercicio o relajarse.
El diseño biofílico es una corriente de la arquitectura y diseño de interiores que apuesta por restablecer nuestros vínculos con la naturaleza, dotando a los espacios de elementos naturales que se asocia con lugares abiertos, dinámicos y verdes.
Este tipo de diseño fomenta el bienestar de las personas lo que incrementa la productividad, potencia la creatividad, reduce el estrés, fomenta el ánimo positivo.
Y ¿cómo podemos introducir en casa un diseño biofílico?
Existen numerosas formas de hacerlo, y no sólo se basan en llenar el interior y exterior de plantas, sino también en:
- Amueblar con materiales naturales y biodegradables como la madera.
- Utilizar gamas cromáticas como anaranjados, azules o verdes que tendrán una respuesta positiva para nuestra vista e incentivarán nuestra sensación de confort.
- Incorporar elementos que no son naturales pero que nos recuerdan a la naturaleza:
- Representación de plantas y animales en paredes y suelos, utilizando papeles pintados, cuadros de paisajes bucólicos, revestimientos cerámicos, azulejos con textura de piedra, textiles de aves.
- Elementos y estructuras con formas inspiradas en la naturaleza (biomórficos).
- Aprovechar al máximo la iluminación y la ventilación natural.
- Incluso en tema de aromas, utilizar aceites esenciales, olores naturales sin contaminar brindan grandes beneficios, gracias a sus propiedades terapéuticas.
Desde Abaigar procuramos que el diseño de nuestras viviendas también esté orientado a conseguir la mayor vinculación con el entorno natural a través por ejemplo de la presencia de amplias terrazas y ventanales y de la doble orientación de las viviendas.
También utilizamos equipamientos que favorecen el mantenimiento de niveles óptimos de humedad. Todo ello supone respirar un aire más limpio y saludable.
Por último os animamos a ponerlo en práctica en vuestros hogares.
