Ya han pasado 6 días desde que, en cumplimiento del decreto de emergencia nacional, nos encontramos confinados en nuestros hogares y, en estos días, se han puesto de manifiesto y confirmado algunas realidades.
La primera, nuestra capacidad de adaptarnos a las circunstancias más adversas, bien sea a regañadientes o plenamente convencidos. Hemos asumido por responsabilidad, compromiso y solidaridad, que quedarnos en casa es el mejor camino para superar esta crisis.
Nadie lo creía posible, pero la gran mayoría de nosotros hemos sabido renunciar a derechos individuales por el bien de todos.
Hogares para ser
También nos hemos dado cuenta de la importancia de contar con una casa y, seguramente a muchos, nos habrá hecho pensar en aquellos que por cualquier circunstancia no la tienen.
Porque nuestras casas no son solo lugares para estar o habitar. Desde que nacemos, nuestra casa es el lugar donde crecen nuestros afectos, donde desarrollamos nuestras habilidades creativas y sociales. Nuestras casas son hogares para ser, para crecer y también para soñar.
Por eso, desde el primer minuto de este confinamiento, se han puesto en marcha iniciativas tanto de particulares como de instituciones o colectivos para que permanecer en nuestros domicilios sea más llevadero. Desde compartir y promover actividades para mantener nuestros estados físico y psicológico, hasta acciones de apoyo y solidaridad con los que en estos momentos nos cuidan y protegen.
Sería imposible recoger todas aquí, además estamos convencidos de que, a través de las redes sociales, conocéis la mayoría de ellas. Sin embargo, y a modo de muestra, queremos mostraros una que tuvo como escenario los edificios de nuestra comarca. Por iniciativa personal y como forma de agradecimiento y homenaje, Jero Garcia-Fresca proyectó sobre los edificios de Ripagaina imágenes del personal sanitario que todo el año y, especialmente estos días, cuidan de todos nosotros.
La tecnología y principalmente las redes sociales están siendo las grandes protagonistas, pero también en estos días se han recuperado momentos compartidos como pintar tirados en el suelo junto a nuestros hijos o jugar al parchís con nuestros padres.
Parques y jardines de andar por casa
Estos días estamos viendo asombrados como vecinos de barrio que hasta hace pocos días apenas se saludaban al cruzarse por la calle, comparten hoy aplausos, canciones y cotilleos desde sus ventanas y balcones.
También nuestras terrazas se han convertido en un alivio para nuestro obligado enclaustramiento. Las horas de luz se van alargando y las temperaturas más suaves en esta época nos permiten salir a tomar el sol, cuidar de las plantas e incluso hacer ejercicio.
Se puede decir que hoy, quien tiene una terraza tiene un tesoro.
Una experiencia que dejará huella
Seguramente estamos viviendo un momento histórico, una experiencia única a la que cada uno de nosotros nos enfrentamos de diferentes maneras. Unos participando o promoviendo alguna actividad o acción solidaria, otros compartiendo su talento para mantenernos activos y animados en esta difícil situación y algunos otros recogiendo su historia personal en diarios o vídeos.
Nos gustaría, si lo deseas, que compartieras en nuestra página de facebook o instagram tu experiencia para que otras personas que no son de tu círculo de amigos también puedan aprender de ellas.
Cuídate y recuerda #yomequedoencasa